A primera hora, la dehesa tiene esa calma que engaña. Todo parece igual… hasta que no lo es: un animal que se queda atrás, una zona que se sobrepastorea sin que nadie lo note, un desplazamiento “por si acaso” que termina siendo una hora perdida (y un depósito menos).

En Ixorigué estamos trabajando para que la ganadería extensiva tenga algo que históricamente le ha faltado: visibilidad operativa en tiempo real y capacidad de anticipación. Y lo estamos validando en condiciones reales en Castilla-La Mancha junto a Dehesa del Moro, mediante una prueba de concepto (POC) centrada en un objetivo sencillo de explicar y difícil de conseguir: convertir datos en decisiones diarias, sin añadir carga al ganadero.

Porque el reto hoy no es solo producir. Es hacerlo de forma eficiente, optimizando gastos (combustible, alimentación).

El proyecto: una capa digital sobre el pastoreo extensivo

Esta POC valida un Sistema de Ganadería 4.0 que combina:

• Monitorización animal (para saber qué ocurre, cuándo ocurre y dónde ocurre).
• Predicción y gestión de pasto (para planificar el aprovechamiento con criterio).
• Visualización clara (para que el dato no se quede en “tecnología”, sino que se convierta en acción).

Dicho de forma menos técnica y más realista: menos “vueltas por si acaso” y más decisiones con fundamento.

Monitorización de animales: localización, alertas y evidencias

La base del sistema es el posicionamiento en tiempo real de los animales y el acceso a un histórico de movimientos que permite revisar el recorrido diario y comparar comportamientos entre individuos.

Sobre esa base se activan alertas inteligentes, entre ellas:

• Alertas por baja o alta actividad (cuando algo cambia, lo sabes).
• Aviso de fuera de zona (cuando el rebaño decide “explorar”, tú decides antes).
• Detección de posible parto (para actuar con tiempo, no con suerte).
• Alerta por animal en zona peligrosa (para reducir riesgos donde el terreno manda).

En extensivo, la diferencia entre “me enteré” y “lo vi venir” suele medirse en tiempo, dinero… y tranquilidad.

Predicción de pasto: planificar antes de que el pasto “se acabe”

El segundo bloque integra variables para anticipar disponibilidad y apoyar la planificación:

• Datos agroclimáticos diarios
• NDVI satelital (indicadores de vigor de vegetación)
• Presión ganadera (para entender el uso real del terreno)

La finalidad es construir una herramienta que no solo describa lo que hay hoy, sino que ayude a responder la pregunta clave del extensivo: ¿cómo rotamos mejor para sostener el aprovechamiento?

Muestreo y visualización: medir en campo, entender en pantalla

Para validar el modelo, realizamos muestreo de pasto y su registro:

• Localización y registro de puntos de muestreo
• Medida y corte
• Selección y estudio de zonas

Y todo ello se traduce en una capa de visualización que permite:

• Identificar zonas sobrepastoreadas o subpastoreadas
• Calcular kg/ha de materia seca por zona

En otras palabras: el terreno deja de ser una intuición y pasa a ser un mapa de decisiones.

Qué buscamos demostrar con datos (no con promesas)

Este proyecto tiene un enfoque práctico: medir impacto real en la operación. Entre los resultados que buscamos validar, destacan:

• Ahorro de hasta un 50% en combustible y desplazamientos, reduciendo rutas innecesarias.
• Automatización del trabajo de conteo y búsqueda de animales.
• Reducción de hasta un 30% de bajas por enfermedad o trauma, al detectar antes anomalías y actuar con rapidez.
• Aumento de productividad, liberando tiempo para tareas que sí requieren presencia (y no kilómetros).

La tecnología no sustituye al ganadero. Le devuelve tiempo. Y, en 2025, el tiempo es un recurso más escaso que el pasto en agosto.

Por qué Castilla-La Mancha importa en esta historia

Porque el extensivo es territorio, clima, ritmo y experiencia. Y si un sistema funciona aquí —con condiciones reales, necesidades reales y decisiones reales—, entonces empieza a ser escalable con sentido.

Este piloto es un paso más en una dirección clara: hacer que la Ganadería 4.0 sea útil, medible y aplicable, no un concepto bonito para una diapositiva.

Seguimos avanzando en la validación del modelo con Dehesa del Moro, conectando el dato animal con el dato de pasto y traduciéndolo en una experiencia que pueda usarse cada día sin fricción.

Si te interesa conocer el enfoque, colaborar en un piloto o evaluar cómo aplicar este tipo de sistema en tu explotación, escríbenos.
Menos “a ver qué pasa” y más “sé lo que pasa”.