¿Sabes de dónde surge la vaca Parda de Montaña y cuál es su origen? Descubre toda la información sobre esta raza bovina autóctona de fomento.

A principios del siglo XIX se empieza a asentar en la península una nueva raza bovina, la Parda de Montaña. Nacida del cruce de vacas alpinas y autóctonas de la zona norte de España, son un importante motor socio-económico de las zonas que habitan. ¿Quieres conocer cómo son estas vacas, sus principales características y su importancia en el mundo rural?

Historia y origen de la raza Parda de Montaña

Los primeros datos recogidos sobre la raza Parda de Montaña datan de hace más de 160 años. Es en los inicios del siglo XIX cuando los ganaderos españoles comienzan a cruzar razas autóctonas del norte de la península con la vaca Parda Alpina. El principal objetivo era obtener una etnia bovina con mayor rusticidad y, sobre todo, lograr un mayor aprovechamiento de estos animales, no solo en producción de leche de las pobladoras locales.

La elección de la raza Parda Alpina, procedente de las estribaciones de los Alpes suizos, fue motivada por su alta capacidad de adaptación al medio, su longevidad y su prolificidad. A estas características le tenemos que sumar que se trata de un tipo de vaca sobria y de fácil manejo para los ganaderos. Como punto negativo hay que destacar su baja producción láctea y cárnica.

Por su parte, las razas autóctonas del norte de España con las que se produjeron estos cruces iniciales eran la Asturiana de la Montaña y la Pirenaica. Mientras, en los valles de Esla (Castilla y León), es la Mantequera Leonesa la principal raza de mestizaje. Son estas etnias las que suman su alta predisposición a la producción lechera y cárnica a la Parda de Montaña.

¿Por qué surge la vaca Parda de Montaña?

El principal motivo por el que los ganaderos españoles cruzan sus reses con la Parda Alpina era obtener un animal con mayor rusticidad y producción lechera. Sin embargo, el proceso de despoblación de zonas rurales, con el éxodo de la gente a grandes urbes, exige una readaptación económica para paliar la crisis en estas zonas.

La vaca Parda de Montaña ofrece este cambio gracias a una morfología más propia de animales productores de carne. El modelo socioeconómico, gracias a esta raza, comienza a virar hacia la producción de carne, dejando de lado la leche y los animales de tiro. Hoy en día podemos encontrar en el mercado marcas de garantía que refrendan esta readaptación: Valles del Esla, Ternera de León, Ternera de Liébana, Carne de Cervera, Tenera Valle de Brotón y un largo etcétera.

¿Cómo reconocer a esta raza?

Distribuida por gran parte de la Península Ibérica, las principales regiones donde podemos encontrar a la raza Parda de Montaña son en Castilla y León, a excepción de Valladolid. En Aragón, las montañas de Teruel y los núcleos de población de la provincia de Zaragoza, junto con los Pirineos Oscenses y los valles colindantes de Navarra. Otra de las áreas que habitan estas reses es la Cordillera Cantábrica, con la Comarca de Liébana y el Concejo de Onís, principalmente.

Para reconocer a estas vacas debemos fijarnos en su perfil recto y proporciones longilíneas, presentando un formato medio con tendencia a grande. Además de por las zonas montañosas en las que habita, reciben el nombre del color de su capa. Esta es de color pardo y aspecto armónico. Respecto a la cornamenta, tanto las hembras como los machos cuentan con dos astas en forma de lira alta y en color blaco sucio con acabado en negro.

¿Qué ofrece Ixorigue al cuidado de la Parda de Montaña?

El principal sistema de manejo y explotación de la raza bovina Parda de Montaña es la extensiva. En un entorno hostil para ganaderos, como son las cordilleras y zonas montañosas que éstas habitan, el control de las reses se hace más complicado. Además, teniendo en cuenta la importancia de su prolificidad, el uso de la inteligencia artificial se antoja fundamental para conocer el estado de las hembras en los momentos previos y posteriores a los partos.

Con todo esto, Ixorigue ofrece un sistema de monitorización y alerta a través de los collares Ixotrack para ganado bovino. Gracias al control inteligente de los animales, los ganaderos obtienen una mayor rentabilidad de su explotación y unos cuidados más efectivos a la par que reciben información actualizada y alertas a través de la aplicación móvil.

La aparición de la raza Parda de Montaña supuso un cambio de rumbo socioeconómico en las áreas rurales. El daño que estaba produciendo la despoblación durante el siglo XIX fue paliado con estas reses y su capacidad de producción cárnica, hoy en día de reconocido prestigio.